¡S.O.S. Cambio de armario! ¿Cómo hacerlo de una manera rápida y sencilla?

Holaaaaaa!!!

Hoy estoy súper contenta porque me esperan cuatro diitas de playa estupendos y tengo unas ganas que me muerooo!! Por fin!!! Intentaré publicar entradas lo antes que pueda. 

Pero vamos a lo que vamos...últimamente el tiempo está en boca de todo el mundo, que si se ha vuelto loco, que si va a hacer el verano más frío desde 1816, en fin...un horror! pero al final como siempre..pasaremos de los 15 a los 30 grados cuando menos nos lo esperemos y nos encontraremos con el problema de siempre: el cambio de armario. Una tarea que es un rollo porque te asaltan mil preguntas ¿qué me ponía yo el año pasado? ¿dejo algunas chaquetas por si refresca? ....peeeeero también puede ser algo divertido si te lo tomas con calma y te llevas a algunas amigas para reíros un rato y hacerlo más ameno.

Hoy repasamos algunos consejos básicos para el tan odiado cambio de armario y cómo hacerlo de una manera rápida y sencilla. Se trata de seguir unos pasos básicos, para hacerlo en poco tiempo y que nos resulte útil durante la primavera y el verano.

Aprovecha para deshacerte de prendas: Todo cambio de armario lleva consigo una limpieza del mismo. Hay miles motivos para deshacernos de una prenda, pero hay que saber cuándo hacerlo. Lo que yo recomiendo es que si esa prenda no te la has puesto en un año la dones o la recicles. Seguramente pensarás ¿y si me la pongo? ¿y si la guardo para estar por casa? Pero hay que ser fuerte!!!! :D

Además de desechar cualquier prenda vieja, rota o manchada, una buena opción es donarla.

1. Lo que no hayas usado en un par de temporadas,no lo guardes. Esto se aplica también a los vaqueros....Me considero una acumuladora de vaqueros pero honestamente uso 3 ó 4 pares como mucho durante todo el año, si eres como yo, mejor dona los que no utilices. 
2. Ropa que hace dos años era de absoluta tendencia y ahora es un verdadero sacrilegio llevar. 
3. Esas prendas que hace unos años te quedaban de maravilla y que ahora se ven ridículas o simplemente ya no te ves con ellas.

 Por lo tanto, para empezar dividiremos nuestra ropa en 4 grupos. 

1. Aquellas prendas que nos ponemos habitualmente y pensamos seguir utilizando.
2. Las que queremos conservar porque nunca pasan de moda.
3. Aquellas que nos gustaría conservar pero no solemos usar.
4. Las prendas que no queremos seguir usando.

Además de estos grupos hay otro que es permanente: la ropa atemporal. Vaqueros, determinadas chaquetas, blusas y camisetas de algodón, pañuelos, cinturones… Este tipo de prendas no son objeto del cambio de armario porque las puedes utilizar durante todo el año. Así que la mejor opción es buscarles un sitio en el armario que sea de fácil acceso.

Empaquetar bien todo: Para guardar la ropa hay varias posibilidades, pero básicamente son bolsas o cajas. Las bolsas de cierre hermético son una gran opción para almacenar aquello vayamos a utilizar en un tiempo. Las cajas, mejor si son de tela, porque permiten la transpiración o incluso cajas de plástico que puedes meter debajo de la cama son una opción bastante asequible. Pero no te olvides de colocar algún tipo de aromatizante o antipolillas para que se mantenga fresca. 

Doblar bien la ropa: Los jerséis de lana, camisetas de manga larga, bufandas y gorros de invierno debemos guardarlos dentro de cajas de cartón para protegerlas del polvo. De esta forma, además, podremos moverlas con facilidad y ocuparán menos espacio. Si te lo quieres currar un poco más, haz pegatinas con lo que hay en cada caja para que luego sea más fácil encontrarlo todo.
 
Trajes, pantalones y abrigos, colgados: Las prendas largas se conservan mejor si no se doblan. Deben estar todos los botones y cremalleras abrochadas y, si queréis una mayor protección podéis protegerlas con fundas una vez ordenadas. 

El calzado, caja por caja: La solución para que zapatos, botas y botines duren años es guardarlos individualmente. Es un poco complicado porque no en todas las tiendas te dan las cajas cuando compras...pero cuántos menos guardes juntos mejor. Previamente habrá que limpiarlos y sacarles el polvo para que se conserven mejor.

Y ahora, ¿qué hago con la ropa de verano? Tómate tiempo para hacer la operación inversa. Si organizas la ropa en cajas (debidamente etiquetadas), de la misma manera que estás haciendo con el armario y desechas lo que no te vas a poner, estarás ganando tiempo de cara a la operación cambio de armario de la próxima primavera.

Y a ti ¿te gusta realizar el cambio de armario en estas fechas? ¿Qué consejos aportarías?